Un exmagistrado llegó exigiendo ser reinstalado ya que argumentó haber ganado un amparo; dejaron de lado asuntos de importancia para la vida jurídica y convirtieron la sala en un mercado
Agencias/XALAPA.-
La solemnidad de una sesión del Poder Tribunal Superior de Justicia, fue denigrada a este día a un pleito de lavadero. Un conocedor del derecho y ex magistrado de esa institución a grito tendido pedía su reinstalación, mientras blandía lo que se supone era una determinación de un cuerpo colegiado.
Asuntos de importancia para la vida jurídica del estado de Veracruz, tuvieron que posponerse debido a los pleitos, rencillas y luchas palaciegas de quienes se creen dueños de ese Tribunal.
Se trata de Marco Antonio Lezama Moo, el cual a pesar de haber estado en la magistratura no respetó el tribunal y presentó un amparo para exigir que se le respete su derecho señalando además que se había ganado la protección federal.
Aunado a esto, siguió el pleito pues, las palabras comenzaron a subir de todo y luego la Magistrada Concepción Flores Saviaga dio a conocer un oficio del Magistrado Roberto Dorantes, en el mismo, el que se desempeñaba como Presidente de la octava sala y que fue jubilado por el Congreso del Estado; Dorantes tuvo que interponer un amparo el cual ganó ya que le estaban violando sus derechos.
Pese a todo el borlote que se armó por reclamos, acusaciones, amenazas y demás, ya estaba todo listo para designar al nuevo Magistrado y Magistradas en las diferentes salas, algunas de ellas con amparos ganados que no se quieren respetar.