«Pueden ser multicultivos pero el chiste aquí es que lleven control y autorización por parte del gobierno federal para que realicen de manera legal» el proceso.
Hasta el momento, precisó, los agremiados a la organización que dirige no le han expresado la intención de migrar a esa actividad, pero en caso de ser así podría darse en la sierra.
«Ahí sí son usos y costumbres; ellos tienen la autonomía de decidir sus cultivos, los pequeños propietarios no, ellos ya tienen la transformación en carnes o farmacias, ya conocen su ciclo, ya tienen cuando menos una parte de la capitalización de las ganancias».
Sin embargo podrían «experimentar» ya que tienen años de experiencia en el trabajo y la preparación de la tierra para la producción de granos e insumos básicos.
Cabe recordar que hace un par de semanas la Cámara de Diputados con 316 votos a favor, 129 en contra y 23 abstenciones en lo general, aprobó regular la cannabis.
La Comisión Nacional contra las Adicciones supervisará el proceso de producción, desde la siembra hasta la cosecha, y dará los permisos para crear asociaciones o clubes de consumo.
Las licencias de producción y los permisos de consumo tendrán una vigencia de entre uno y cinco años, no se ha definido cuánto costarán. Aún falta que el Senado de la República respalde el dictamen de San Lázaro.