La OMS explicó que no recomienda pruebas masivas en un país tan inmenso, tan complejo y tan diverso como México; detalló que no es posible tener acceso a toda la población
CIUDAD DE MÉXICO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que en México no es recomendable la aplicación de pruebas masivas que detectan al Covid-19, debido a su densidad poblacional.
No obstante, es viable, que, a través de brigadas de salud comunitarias, se realicen pruebas para la detección temprana en zonas de alto contagio, que representen riesgos de rebrote, como, por ejemplo, reclusorios, albergues o centrales de abasto.
Jean Marc Gabastou, asesor internacional en Emergencias de Salud de la OMS, añadió que, en la reapertura escalonada de actividades, que realiza México a través de los semáforos, llegará un momento, en que también se deberá contemplar la inclusión de estudios de laboratorio para detectar anticuerpos en la población contra el coronavirus.
Nuestra Organización no está a favor o no recomienda pruebas masivas en un país tan inmenso, tan complejo y tan diverso como México… no estamos en una Isla del Caribe, en la cual, eventualmente podemos tener acceso a toda la población, pero sí estamos totalmente conforme con las iniciativas ad hoc en los recintos y lugares de riesgo como la Ciudad de México lo está planteando”, explicó.
En otras palabras, un test-test-test inteligente, pero de ninguna manera ciego y masivo”, señaló.
Durante el Seminario Virtual, COVID-19: Vigilancia Epidemiológica y utilización de Pruebas de Diagnóstico, organizado por el Instituto Nacional de Salud Pública, (lNSP), el especialista de la OMS, reiteró que actualmente, existen alrededor de 50 mil pruebas de casos confirmados de coronavirus, que han sido detectadas por laboratorios privados y certificados, pero que no se han podido sumar a la vigilancia epidemiológica, porque carecen de datos clínicos y epidemiológicos.
MÉXICO TRABAJA EN NUEVO MODELO EPIDEMIOLÓGICO
José Luis Alomía Segarra, Director General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, informó que, debido a la reapertura escalonada de las actividades, el modelo epidemiológico para detectar casos de COVID-19 se adaptará a la “nueva normalidad”.
Además de incluir como innovación, la vigilancia ambiental, estará enfocado en la detección de casos comunitarios, de tal manera que se puedan localizar de “la manera más local posible” para establecer acciones tempranas de prevención y control de la enfermedad.
Un modelo que nos permita continuar con una serie de indicadores que nos genere alertamiento oportuno para modificar estas intervenciones o tomar nuevas decisiones… un modelo que va a estar enfocado en el ámbito comunitario, enfocado a grupos de riesgo y a la localización oportuna de brotes para su intervención, control y en su momento mitigación, como parte de todas las acciones que estamos llevando a cabo”, explicó.
José Luis Alomía, reiteró que la Secretaría de Salud, no respalda el uso de las pruebas serológicas o pruebas rápidas, para realizar el diagnóstico y la vigilancia epidemiológica de casos de COVID-19, debido a que presentan una muy baja sensibilidad y por tanto son ineficientes.
No obstante, indicó que posteriormente, dichas pruebas podrían ser utilizadas, para el control de “cero prevalencia” de la enfermedad de COVID-19, en México.
Felizmente México ha podido tener la viabilidad financiera suficiente para poder contar con pruebas de biología molecular, que se realizan en reacción en cadena de la polimerasa, tanto en su forma de técnica cerrada, como en técnica abierta. Y serán las que seguiremos utilizando para el diagnóstico de casos y para la vigilancia epidemiológica”, señaló.