En una humilde vivienda hecha de madera y barro en la Congregación de Guillermo Prieto que pertenece a Coatzacoalcos, habita con su hijo Cruz, doña Agustina Mateo González, mujer campesina nacida el 7 de mayo de 1921.
La abuela está a punto de cumplir 101 años de edad y actualmente permance en cama tras sufrir una caída que lesionó su espalda hace seis años, para ya nunca más volver a caminar.
Su hijo siempre ha estado al cuidado de ella, que por su avanzada edad debe ser de tiempo completo. Por eso cuando se enteró que su madre podía accesar a una pensión a través del programa «Bienestar Para Adultos Mayores», la llevó junto con todos los requisitos con la esperanza de poder mejorar las condiciones de vida en las que actualmente están, pero no fue así.
Un error ajeno a ellos, desde el 2018 mantiene detenido su pago, ya que la constancia médica expedida tenía invertidos los apellidos de doña Agustina por lo que desde esa fecha no han podido acceder al beneficio del gobierno federal.
«Pues yo fui y me dijeron pues si le llegó su apoyo pero como la constancia médica está mal, así que no te lo puedo entregar hasta que me lo compongas, te lo entrego, si no no, pues era un domingo como iba yo a componer una cosa si todo estaba cerrado», explicó además que acudió en varias ocasiones más pero, incluso llevó a su madre en silla de ruedas, la hicieron firmar documentos y luego de tres años de vueltas y vueltas con personal de Bienestar de Guillermo Prieto y Villa Allende, no le han resuelto nada.
Con la preocupación en el rostro, Cruz recuerda cuando su mamá todavía caminaba, la procuraba en todo lo necesario para que no le hiciera falta nada, ya que él podía salir a trabajar y generar un ingreso económico.
«Yo me hice cargo de ella y el tiempo que ella caminaba, yo trabajaba, yo la mantenía a ella no le faltaba nada en su casa, todo tenía pero ahora que están en cama me quede yo de tiempo completo cuidandola», indicó.