Cometa regresará a la Tierra después de 50 mil años y podrá observarse a simple vista

A partir de la segunda quincena de enero de 2023, un cometa que no ha pasado cerca de la Tierra y el Sol en 50,000 años -desde el Paleolítico Superior, cuando por nuestro planeta pululaban los neandertales- podrá ser visible a través de binoculares y, si se tiene suerte, también a simple vista.

El objeto en cuestión ha sido bautizado como C/2002 E3 (ZTF). Las siglas ZTF hacen referencia al Zwicky Transient Facility, un proyecto destinado a buscar en el hemisferio norte aquellos fenómenos astronómicos denominados de corta duración que pueden ir desde explosiones de novas y supernovas hasta asteroides y cometas que pasan por delante de estrellas y planetas.

Además, C/2002 E3 -como la mayoría de los cometas- está compuesto por hielo y polvo y suele emitir un aura verdosa. Según las estimaciones de los astrónomos podría tener un diámetro de alrededor de un kilómetro.

Que tenga estas dimensiones -relativamente menores- lo hace ser más pequeño que NEOWISE, el último cometa que pudo ser visible a simple vista (sin necesidad de telescopios) cuando transitó por la Tierra en marzo de 2020. Otro cometa memorable fue Hale-Bopp -de unos 60 kilómetros de diámetro y bastante peligroso por sus dimensiones- el cual se acercó a nuestro planeta en 1997.

El cometa Hale-Bopp. Imagen: ESO (European Organisation for Astronomical Research in the Southern Hemisphere).

Por cierto, el paso de Hale-Bopp estuvo relacionado con el suicidio colectivo de 39 personas en Estados Unidos -la mayoría jóvenes, hombres y mujeres- en marzo de 1997 en una mansión de San Diego, California.

Este grupo pertenecía a una secta fanática de Internet y los extraterrestres, quienes vieron en Hale-Bopp una “señal” para poder desprenderse de sus cuerpos y acudir así a una cita con lo seres que piloteaban una nave espacial que supuestamente viajaba escondida en la cola del cometa.

No obstante, lo que sí es verdad es que estos objetos pueden ser potencialmente peligrosos si, por ejemplo, llegan a colisionar con la Tierra. De hecho, cada vez existe más evidencia científica sólida que apunta a que un cometa de grandes dimensiones mató a la mayoría de los dinosaurios hace unos 66 millones de años. El resultado de esta colisión es un cráter en la región de Chicxulub, en el noroeste de la península de Yucatán en México.

La nube de Oort donde, se cree, se forman la mayoría de los cometas. Imagen: Shutterstock.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También se ha dicho que el telescopio más grande del mundo que se encuentra en órbita desde hace algunos meses, el telescopio James Webb, a pesar de que no tomará imágenes directas, sí se encargará de estudiar la composición del cometa. Y es que, cuanto más cerca esté de la Tierra, más fácil será para los telescopios medir su composición química a medida que el Sol literalmente calienta y hace hervir sus capas exteriores.

Para observar al cometa C/2002 E3 será necesario vivir en el hemisferio norte (es muy probable que en México se pueda observar) y, evidentemente, deben de existir las condiciones climáticas y de luminosidad idóneas. Por lo que es recomendable asistir a lugares en donde exista poca luminosidad, lejos de las grandes ciudades.

Por último, en Internet existen varias aplicaciones para teléfonos inteligentes como Sky Guide o Sky Viewlas cuales permiten realizar un seguimiento puntual de la posición de planetas, estrellas y otros objetos como cometas y asteroides. Aunque desconozco si en estas dos aplicaciones mencionadas la información en torno a C/2002 E3 ya pueda visualizarse.

AGENCIAS

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