Israel Antonio Briseño, un joven mexicano, creó un pavimento que es capaz de regenerarse al entrar en contacto con el agua y que, además, está hecho a base de llantas reutilizadas.
El invento recibió el nombre de Paflec (que hace alusión al pavimento de goma con propiedades autorregenetativas), consiste en un material que permite que, por medio de reacciones químicas, el pavimento se repare al entrar en contacto con el agua; además, está hecho con la goma de las llantas de automóviles, por lo que también es una manera de tratar estos desperdicios.
La mezcla puede colocarse sobre las grietas y baches para que, con la llegada del agua, queden resanadas de manera automática.
El joven, quien estudió Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma de Coahuila, obtuvo diversos premios, entre ellos está el primer lugar durante el James Dyson-México, un concurso internacional cuya misión es impulsar a jóvenes ingenieros para crear productos innovadores que permitan resolver problemas comunes.