Nueva York. Una vez más estalla la ira ante la violencia oficial sistemática contra la comunidad afroestadunidense, con otro grito de ya basta
escuchado desde Minneapolis a varias ciudades del país.
El presidente Donald Trump amenazó con enviar tropas y disparar contra los amotinados.
“Hay una revuelta porque la policía no nos protege como dicen que hacen… Estamos perdiendo a seres queridos todos los días. No somos nosotros, es la policía, esta es la locura que ellos provocaron. Si quitas (la vida) a un ser querido, tienes mucha gente adolorida. Y esto no se acaba hoy. Nosotros no somos los que no estamos matando, esos son ustedes. No podemos hacer un cambio si ustedes no cambian”, declaró un joven adolescente en las calles de Minneapolis durante la revuelta de furia la noche del jueves y madrugada del viernes en entrevista con videoreporteros.
El caso que detonó la nueva ola de furia –sólo uno de incontables– ocurrió el lunes pasado en Minneapolis cuando un policía blanco, acompañado por tres oficiales más, arrestó a George Floyd, un hombre afroestadunidense acusado de un delito no violento, sujetándolo con esposas en un estacionamiento donde lo hizo tirarse al piso, se hincó sobre su cuello por varios minutos, mientras el detenido exclamaba: no puedo respirar
. Murió poco después. Fue una ejecución pública
, declaró un observador.