AGENCIAS.- La presa Vicente Guerrero, localizada en el municipio de Padilla, Tamaulipas, se encuentra en uno de los niveles más bajos durante los últimos años ante la severa sequía que ha golpeado al estado y que encendió los focos rojos ante la falta de lluvias.
A causa de este fenómeno, los vestigios de la vieja Padilla quedaron expuestos mostrando su esplendor y belleza del estilo neocolonial de la escuela y la plaza donde fue fusilado Agustín de Iturbide, 19 de julio de 1824.
Fotos: @MeteoroTamps/Andrés Guardiola/Tomada del Facebook de Felix.Perez.Castro.58
De acuerdo con la Conagua, el dique está en 41% de su capacidad pero, según lugareños, el nivel de agua baja cada vez más, de manera alarmante.
Desde hace varios años, Tamaulipas ha sufrido una severa sequía ante la falta de lluvias, pero fue en mayo de 2020 cuando el nivel del agua dejó ver las ruinas. En ella se fundó lo que ahora se conoce como Villa de Padilla, y ocurrió en 1749.
La extinta ciudad tiene su historia, ya que en 1824 se instala el Primer Congreso Constituyente y el 19 de julio es fusilado Agustín de Iturbide.
También fue la primera capital de Tamaulipas, en 1825, y como presa empezó a funcionar el 27 de septiembre de 1971.
El dique es uno de los seis más grandes en México. Cuenta con una extensión de 39 mil hectáreas, con la capacidad de tres mil 900 hectómetros cúbicos. Fue construida para beneficiarse con los escurrimientos de los ríos Corona, Pilón y Purificación.
Además, es una de las más atractivas al turismo para practicar pesca deportiva y deportes acuáticos extremos.
Por otra parte, en la presa de La Purísima, en Irapuato, Guanajuato, surgió de las aguas una iglesia erigida a fines del siglo XVIII. Se trata del templo de la Virgen de Dolores, que ha estado bajo el agua desde hace 40 años, fecha en la que fue inundado el valle para construir el embalse.
En Terahuito, Sinaloa, tumbas del panteón quedaron al descubierto debido a la sequía en la presa de Bacurato.