Y de buenas a primeras las carnicerías de la cabecera municipal y de algunas comunidades están bien surtidas; sin embargo y de acuerdo a algunas fuentes, esas reses no se están matando en el rastro municipal, por lo que se pide a las autoridades sanitarias tratar de investigar la procedencia de tanta carne.
Como reguero de pólvora circuló la versión de que en el camino de la cabecera municipal hacia la comunidad de Ojo de Agua en este municipio, un arroyo está contaminado y varias reses que han bebido de dicha agua, se han muerto.
Lo más preocupante es que algunas reses se estarían ocupando para el consumo humano, al ser compradas por algunos carniceros a un precio muy por debajo de lo habitual.
Ante está situación y sabiendo que la carne que se vende en Texistepec no está registrada, conveniente sería que se investigue el origen de la carne, porque en el rastro municipal la matanza ha disminuido.