Miguel Ángel González, quien llegara a enfrentar a gigantes de boxeo como Óscar de la Hoya y Julio César Chávez, vive sumergido en los vicios y en la indigencia, pero a pesar de su situación no cree que haya persona capaz de ayudarlo ni parece dispuesto a recibir apoyo.
Hace unos días, la situación precaria del excampeón de los pesos livianos del CMB se viralizó después que Julio César Chávez se ofreciera a llevarlo a su clínica contra las adicciones, aunque no hay disposición a salir de esa situación, algo que demostró en una charla que tuvo con el sitio especializado Izquierdazo.
“La vida es de subidas y bajadas, cuando estés abajo acuérdate que tienes que subir, no te tienes que quedar abajo. Y cuando estés arriba, jamás tienes que bajar”, comentó el Mago para abrir una plática en la que lo menos importante fue su paso por el cuadrilátero.
“Son días de pandemia, no podrían ayudar. Sinceramente, no hay empleo. Hay sana distancia, entonces, aunque puedan, no. Prefiero olvidar un poco”, comentó el expugilista.
Se dedica a regalar cosas
González aclaró que todavía conserva un departamento en la colonia Roma, aunque un sismo lo llevó a pensar que era mejor regalar todos sus objetos, esto en medio de una charla un tanto filosófica.
“Solo necesito un pedacito de tierra, no mucho; no hay que enamorarse, sin enamorarse. Obsequio cosas, llévate estos ganchos, tengo miles de ganchos. Cambió mi mente (tras el terremoto) porque vivo en un sexto piso y digo: ‘si se hubiera caído, todo se hubiera quedado enterrado’. Entonces voy a regalar todo y me voy a quedar solo con lo necesario”, abundó González, quien hace unos días fue invitado por unas personas en auto y tras regresar lo hizo limpio para volver a ser ese que ha sido tachado de vagabundo.