Los equipos de rescate salvaron ayer martes a una mujer de 63 años de los escombros de un edificio en la capital de Myanmar, mientras se desvanecían las esperanzas de encontrar a muchos más sobrevivientes del violento terremoto que mató al menos a 2 mil personas, agravando una crisis humanitaria causada por una sangrienta guerra civil.
El departamento de bomberos de Naipyidó informó que la mujer fue rescatada con éxito de los escombros la madrugada del martes, 91 horas después de quedar sepultada tras el derrumbe del edificio en el terremoto de magnitud 7,7 ocurrido el viernes al mediodía.
Los expertos afirman que la probabilidad de encontrar sobrevivientes disminuye drásticamente después de 72 horas.
El epicentro del terremoto estuvo cerca de la segunda ciudad más grande del país, Mandalay, y hasta el momento el gobierno militar ha informado de 2 mil 719 personas muertas, más de 4 mil 500 heridas y 440 desaparecidas.
Agencias
Birmania