Estudios revelan que ha reducido la mortalidad de los enfermos más graves
Tras haber cobrado la vida de casi medio millón de personas en todo el mundo, investigadores en Reino Unido afirman haber encontrado el primer tratamiento exitoso en la reducir la mortalidad por COVID-19. Se trata del Dexametasona.
El ensayo clínico de nombre “Recovery” fue realizado entre más de 11 mil pacientes en el Reino Unido y dio como resultado la reducción de la mortalidad entre aquellos pacientes que se encontraban en situación de gravedad, ya sea por la necesidad de oxígeno o porque requerían respiración asistida; sin embargo, el medicamento no ha demostrado traer beneficios en su consumo a aquellos que presentan la enfermedad de manera leve.
Los responsables del estudio dieron a conocer que la Dexametasona puede evitar una de cada 8 muertes entre los pacientes más graves y una de cada 25 entre los que reciben oxígeno, esto de acuerdo a pruebas realizadas el pasado 8 de junio a 11 mil pacientes en 175 hospitales del Reino Unido.
Los resultados aún deberán ser revisados por un grupo de expertos independientes, para su validación y posterior publicación.
La Dexametasona es un fármaco corticoide con efectos antiinflamatorios, usado contra reacciones alérgicas y enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, razón que le ha merecido la denominación de fármaco esencial por la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo a Peter Horby, investigador de la Universidad de Oxford y coordinador del ensayo «Recovery».
La importancia de detectar los beneficios del uso de la Dexametasona en pacientes de gravedad por COVID-19 radica en su costo barato y alta disponibilidad alrededor del mundo.
Aunque son preliminares, los resultados resultan alentadores tras la desestimación del uso de la hidroxicloroquina en los tratamientos del padecimiento, además del hecho de continuar estudiando la efectividad de otros tratamientos, incluido el plasma de pacientes recuperados.